Me estoy mareando

domingo, abril 16, 2006

Diario de una mudanza.


Nina Hagen y Juliette Binoche semanas antes del traslado.



Hace tres meses el Sr García, Nina Hagen y yo nos mudábamos a Premià de Mar, un pueblecito de la costa con poco que ofrecer (al menos para mi). Pasado este tiempo y por motivos diversos que no me apetece contar estamos haciendo de nuevo el camino inverso. Volvemos a Barcelona, a la parte alta, como dice el Sr García, alta porque hay muchas pendientes, digo yo.

Jueves: Esa tarde iniciamos la primera parte de la mudanza. El nuevo piso ya está pintado y más o menos limpio, es hora de comenzar a llenarlo. Esa noche tenemos previsto domir allí, así que junto a maletas, cajas y otras cosas van nuestras gatas (Nina Hagen y Juliette Binoche), las dos metidas en el mismo transportín para aprovechar espacio. El viaje no es muy largo, unos 20 minutos. Nina va comodísima encima de Juliette.

Viernes: He descubierto que en algunas ocasiones el Sr García se entretiene con pequeños detalles mientras yo realizo una pesada tarea, él seguramente diría lo mismo de mi. Así que elijo las cajas menos pesadas y le dejo a huevo, las enormes, con un claro mensaje: "Esta es para ti".
Nina Hagen se ha adaptado bien al piso, pero Juliette está en pleno recogimiento espiritual. Ha hecho suyo un viejo sofá del que casi no se mueve. El traslado y el antiparasitario son demasiadas emociones para ella y está enfadada con el mundo.

Sábado: Todo parecía muy fácil al pensar que dejábamos en el antiguo piso todos los muebles y que por tanto, solo se trataría de transportar nuestros objetos personales. No encuentro el cd de New Order que siempre he tenido abandonado pero que ahora me apetece mucho escuchar. detesto el olor de las cajas de cartón.
Surgen las primeras sorpresas, la tele no sintoniza bien los canales, compramos un nuevo cable y descubrimos que el general está arrancado de cuajo. Dios mío, no soy nadie sin tele!! El Sr García hace un apaño que nos permite diferenciar algo más que sombras en la pantalla. Prometo comprobar este tipo de detalles en el próximo piso al que nos traslademos.
Por la noche viene Sylver a cenar, nos ponemos al día y recordamos nuestro viaje a Valencia, aquel en el que fuimos al concierto de Rúdiguer y Ana Elena Pena. Una hora más tarde Rúdiguer me llama por teléfono, qué casualidad!

Domingo: Me levanto con fiebre, una cañería está atascada y el Sr García se empeña en repararla. En esos momentos "Bricomanía" su honor como "manitas" parece estar en juego y me recuerda a cuando mi padre pedía ayuda para algunos apaños domésticos, era el primero en desaparecer. El Sr García me pega un par de gritos ante mis torpezas, más tarde pide disculpas.
Vamos a comer a un restaurante de Vic muy bueno con unos platos exquisitos, es como un premio a tanto trabajo.
De vuelta a Barcelona hacemos una última parada en Premià, recogemos los últimos trastos, los más fáciles y en parte más inútiles, por fin ha terminado esta pesadilla!
Por la tarde me descubro viendo "Lo que el viento se llevó". Me encanta cuando Scarlett dice eso de: "Ya lo pensaré mañana".

Conclusión: Ante una mudanza no insitais, nada, repito, nada, saldrá como lo habíais planeado.

1 Comments:

At 12:36 p. m., Blogger joseSTEREO said...

pos fíjate que en mi caso las vacas de Semana Santa son un pequeño impasse, ya que en dos lunes empieza la feria, así que deduzco que me tocarán unos 6 días sin curro... si es que...

a mí las mudanzas me encantan. Siempre que me he mudado lo he hecho con una ilusión inmensa... Pensando siempre en lo que gano en el cambio...

eso sí, espero no mudarme en mucho tiempo

saludos

 

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