Sopla!!

Faltaron los ganchitos, los bocadillos de mortadela y otros embutidos, la Fanta, las cancioncillas de Parchís, el pastel y las velas. Bien pensado he hecho pocas fiestas de ese estilo en mi vida, será por eso, que ahora me parecen entrañables.
Los sms de los amigos y alguna llamada de alguien inesperado dieron la nota de color a un día bastante gris. Fui a cotillear discos al centro, paseé un buen rato por el Gótico y compramos la dichosa lavadora (Una Taurus de 1100 rpm).
Es curioso, en días como este siempre recibes una llamada o un sms de alguien a quien no ves en años, te sorprende su buena memoria y te halaga que haya caído en que hoy es tu cumpleaños. Por unos segundos te sientes en deuda con esa persona y prometes reanudar el contacto (gracias Esther M.)

Como viene siendo costumbre el día pasó sin pena ni gloria a la espera de la celebración que haré con algunos amigos este fin de semana. Cambiaremos los sandwiches de choped por una buena cena y la Fanta por unas cuantas botellas de vino, es lo que tiene hacerse mayor, pasas de los bocadillos a los restaurantes, y de la Fanta al zumo de uva fermentado y embotellado. Por cierto, hace ya años que nuestras fiestas suelen terminar un poco travestorras. Mi amiga bettiboop se lo pasa en grande con el joyerío de plástico, los postizos y coloretes. Espero que este fin de semana sigamos con la tradición. Me apetecen mucho unos tonos azulados en los párpados y un rojo fuego-volcán en las mejillas, en el fondo más que travestis, siempre hemos sido un poco electro-peponas.

En fechas como ésta uno se plantea cambiar muchas cosas y dependiendo de la edad ese sentimiento se acentua mucho más. Recuerdo, por ejemplo, los 18. Se supone que ya puedes votar, beber y buscarte la vida si quieres por tu cuenta. Al cabo de unos días, semanas y meses, compruebas que sigues viviendo en familia, tus padres siguen poniendo malas caras cada vez que llegas tarde y te recuerdan que al hacerte mayor de edad has adquirido una serie de responsabilidades con las que debes cumplir.
Como sucede en Septiembre (para los que tenemos vacaciones en agosto) y en Año Nuevo, los aniversarios sirven para hacerte un montón de buenos propósitos. Con el tiempo, aprendes a ser más realista o práctico y te concentras en aquellos más cercanos. Siempre hay una buena excusa para no dejar de fumar, para romper el bote de los ahorros, para no ser simpático con quien te cae mal etc.

Un año más, pero también un año menos. Hoy, un día más pero también un día menos. Ahora, un minuto más y también un minuto menos. El tiempo, suma y resta.

Nota importante: Sí, cumplir años me sienta fatal.
Nota un poco menos importante: El de la foto no soy yo.