reencarnación

Hace algunos años tenía un sólido concepto de la reencarnación, creía en ella como muchos otros, que piensan que ésta no es más que una de las vidas y formas que hemos tenido que aceptar en nuestro camino hacia la perfección.
Con el paso del tiempo mis ideas se han vuelto más prácticas y en resumidas cuentas creo que bastante tengo con pensar lo que haré mañana o la semana que viene, como para romperme las neuronas planteándome cómo será mi próxima vida.
Tampoco he indagado mucho sobre el tema y en pocas ocasiones me he tomado la molestia de consultar teorías de autores más sabios en la materia, en la actualidad, esos pensamientos no me molestan y sigo respetándolos, pero no pierdo demasiado tiempo con ellos.
De todo lo que escuchado por ahí respecto al tema he recopilado algunas tendencias que sintetizaré en dos.

La primera es aquella que cree que todas nuestras vidas adoptan la forma humana, tanto las pasadas como las futuras. De todas ellas aprendemos algo que nos sirve para la posterior y nos acerca a la perfección. Si fallamos, repetimos, como en el colegio. Es curioso como muchos están convencidos que en sus anteriores vidas fueron alguien famoso (Cleopatra, Napoleón o Julio César son los personajes más solicitados). Si fueron personas normales, de a pie, casualmente vivieron una época histórica importante (la Primera guerra mundial, la Revolución francesa etc). Ahora está muy de moda decir que fuiste esclavo en una plantación o que una delicada burguesita, culta y estudiada de la época romanticismo literario.

La otra gran corriente la forman los que piensan que tanto puedes reencarnarte en un ser humano como en un animal cualquiera. En este último caso la gente suele decantarse por gatos, perros u otros animales de compañía. No está mal, pero pocos tienen en cuenta el pais donde se reencarnaron o lo harán, puesto que ser un hermoso gato en algunos paises orientales es estar destinado a la cocina. Pocos dicen haber sido un pollo de granja, una mofeta (lo cual explicaría el olor corporal de algunos) una oveja, un camaleón o un mamut. Los que creen haber sido un insecto, bueno, tampoco etsá mal, pero la mayoría viven poco tiempo y en el caso de tener cierta inteligencia, no creo que la usen para plantearse ninguno de estos dilemas.

En definitiva, mi sentido práctico hace que vea todas estas teorías interesantes pero poco más. Creo que deberíamos centrarnos en quienes somos ahora, todo lo que podemos aprender en estos momentos, como remediar o evitar errores del pasado y cómo tratar de ser mejores por nosotros mismos y por los que nos rodean, sin el miedo a lo que te puede tocar después.