De pequeño vi como una abeja moría ahogada en mi piscina, decidí salvarla, seguramente pensando en la Abeja Maya, personaje de dibujos animados entrañable. El mal bicho me clavó su aguijón en el dedo índice y se marchó volando, seguramente muerta de la risa, como todos los que veían mi dedo hinchado y enrojecido minutos después, dolía mucho pero la verdad es que era gracioso verme con el dedo apuntando al cielo y quejándome sin parar. No sé si fue desde entonces pero tengo una gran fobia a cuaquier insecto que vuele.
Por las noches, antes de acostarme suelo escuchar la radio, una manía heredada de mi padre que me ayuda a conciliar el sueño a veces y otras, me tiene con los ojos como platos toda la noche.
A esas horas abundan los programas deportivos, los esotéricos y los de intimidades. En uno de estos últimos, muy conocido, escuché la historia de los apicultores españoles.
Resulta que por culpa del cambio climático y la sequía las abejas que habitan las colemenas se mueren a millares. Ellas que son tan organizadas y que están tan bien estructuradas, no resisten a tanto desorden provocado por nuestras industrias, gases e invasiones. Más tarde, otra oyente añadió que algo parecido está sucediendo con las luciérnagas, comentó que es curioso cómo muchos niños de hoy en día no han visto una en su vida.
Por otro lado la miel china es más barata y para que pueda entrar sin demasiados problemas en Europa, según este apicultor, la mezclan con miel española, que es de más calidad.
El oyente que relataba todo esto pasó a hablar de la vida de los zánganos. Para empezar la sonoridad de la palabra me encanta, se utiliza para describir a vagos y gandules pero el caso es que los machos de la colmena no tienen una vida muy fácil y relajada. Son los encargados de fecundar a la reina y la mayoría muere en el intento, persiguiéndola de un lado para otro, ya que el coito se realiza en pleno vuelo. Solo uno de ellos logrará aparearse, pero minutos después también morirá. El resto del año son utilizados para dar calor a las huevas, pero en épocas de escasez son los primeros en ser expulsados de la colmena, puesto que sus funciones son menos importantes que las de las recolectoras. A estas alturas, el pobre Willy, amigo de Maya debe estar criando malvas.