Me estoy mareando

domingo, mayo 07, 2006



Este es uno de mis mejores amigos. Llegó hace más de 30 años al puerto de Barcelona y se lo regalaron a mi tío.
Juanito detesta a todo el mundo, en especial a los niños, que acaparan la atención de los demás eclipsándolo. Yo no fui una excepción, por eso pocas veces podía acercarme a su jaula sin recibir alguna picotada.
En algún momento de su vida alguien debió secuestrarlo y llevarlo en un barco hasta Barcelona, aprendió a silvar "quinto levanta" y otras melodías que inventa a su antojo. Su vocabulario estaba basado en "hola", "hola muchacho", "Juanito guapo" y varias palabrotas que mi abuelo le hizo olvidar a base de servilletazos.
Juanito muestra su rabia contra el mundo amenazando con su pico a cualquiera que se aproxime a él (excepto si le dan de comer, el loro está rabioso pero no es tonto). Parece cariñoso y simpático al pricipio, pero es su estrategia para que confíes en él y tenga más cerca tus dedos.
Hace muchos años que me adora, y que somos amigos. Puedo meter mi mano en su jaula para acariciarlo. Es muy celoso y protector, no consiente que nadie acapare mi atención, que me besen, me riñan o me toquen, abre sus alas mostrando su nerviosismo y grita para que vuelva a su lado.
Cada vez que llego a casa me recibe con silvidos y su mejor repertorio de palabras, agita sus alas reclamando mi atención. Hace unos años esto era un problema, el chivato del loro alertaba con su alegría a toda la familia y vecinos de mi llegada a altas horas de la madrugada.
Es adicto a los iogures, las natillas, los huevos y las patatas fritas que de vez en cuando le doy, siempre y cuando provengan de mi propio plato.
No sé por qué motivo un buen día me eligió a mi, por qué soy yo el que recibe sus mimos y sus gracias mientras al resto les dedica sus desplantes y picotazos. Pero me gusta sentirme así de exclusivo y protegido, por un loro, por Juanito.

8 Comments:

At 1:35 p. m., Blogger joseSTEREO said...

cielos! tengo que decirlo

mañana me hacen una prueba y llevo todo el dia a dieta. Leo lo que le das a comer a tu loro y se me hace la boca agua....

 
At 2:18 p. m., Blogger .::| Peke | ::. said...

Yo nunca tuve un loro, lo más cercano que tuve a un loro fueron unos peqriquitos... me encantaban.

Claro, hasta el momento en que uno mató al otro de un picotazo y el que mató al otro se murió de la tristeza y juro que no miento!!

Nunca más volví a tener pájaros... Tuve hamsters que compartí con mi prima y una perrita que aún vive conmigo.

 
At 4:30 p. m., Blogger Prote0 said...

Eso si que es una mascota. Lo más parecido que he tenido como mascota han sido peces. La casa de mis padres es demasiado pequeña para animales mas grandes.

 
At 7:10 p. m., Blogger Charis said...

Mmm yo estoy igual que Prote0... lo unico que llegue a tener como mascota fue una tortuga llamada Tota... La tuvimos que regalar por que se había vuelto demasiado grande como para la palangana en la cual la teníamos. Si no me equivoco, fue a parar al zoológico (así que, si alguna vez vas al Zoo de BsAs, quizás te cruces con Tota)
Saludos!

 
At 7:23 a. m., Blogger sylvergalaxy said...

Creo que tienes un don muy especial con el mundo animal, más concretamente con el aviar, si a mi me pasa lo mismo yo me comunico con mi perro. Eso sí telepáticamente no de forma verbal claro.
Por cierto creo que esta conversación ya la tuvimos otro día.

 
At 8:18 a. m., Blogger Fenecillo said...

Me encantan los psitaciformes (loros, cotorras, periquitos y similares) son una de las familias de aves más inteligentes que hay.
Hace años criaba periquitos en casa d emi abuela y en una de las nidadas decidi llevarme a casa uno de los que nacieron mas bonitos. Era azul celeste con la cara amarilla. Lo conseguí amaestrar y vivia suelto en la casa. Era un encanto, se bajaba a la mesa a ver lo que hacia, me tiraba los boligrafos al suelo. se me subia a la patilla de la gafa para picarme las cejas,...
más tarde mi hermana trajo a simba (mi gato) y finalmente tuve que devolver al periquito a su jaula ya que simba le habria acabado haciendo daño. Más tarde enfermó y murió, la verdad es que el final de la historia es un poco triste.
Ten buen dia

 
At 11:15 a. m., Blogger sony said...

jajaja! esto de los picotazos me recuerda mucho a un loro que tenía mi abuelita, se llamaba "burro", porque fue la primera palabra que aprendió a decir.

Recuerdo que cuando le daba de comer híjole! ya no eran picotazos, mas bien eran mordidas!, uy pero como dolían!!, en una ocasion hasta me sacó sangre de lo fuerte que me mordió, y no te soltaba!, asi que mejor decidí sacarlo de la jaula con un palo, colocarle su comida y luego volverlo a meter porque deveras que era enojón el mugroso loro!

Aunque a veces era simpático porque recuerdo que cuando entraba alguna persona a la casa le decía: "hola" o también: "hola burro", y a veces se ponía a repetir la palabra:"burrito", se oía bien chistoso porque decía:burritoburritoburritoburrito, así seguido y me daba mucha risa.

Y cuando tenía hambre le gritaba a mi abuelita para que le diera de comer: "abueee", "abue oti" (porque mi abuelita se llama otilia), a veces imitaba a mi perro cuando ladraba, hacía un ruido similar, era chistoso el burro.

 
At 7:01 p. m., Blogger Mariana said...

Es lo máximo sentir el amor de un ser franco y honesto. Amo a los animales y siempre las historias de amor que los involucran me parecen hermosas, recordables. Qué padre saber que este loro te eligió para darte su amor. Yo tengo a Bola, una perra de la que tengo muchas historias (comenzando por cómo llegó a la casa). Recibir este amor entero es de las sensaciones más hermosas de la vida.

¡Saludos a Juanito!

 

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