Yo mismo ensayando por si algun día me toca ser famoso y me fichan para un anuncio.

Este fin de semana ha sido muy cultural. Fuimos a ver dos obras de teatro, una presentación de un disco homenaje y un cine. Todo muy audiovisual.
Mi hermano nos regaló dos entradas para ir a ver "Mama, quiero ser famoso", de la Cubana. La obra en sí es una crítica a los programas del corazón y el famoseo. El escenario es un inmenso plató de televisión donde supuestamente se emite un programa muy popular en todo el mundo que se dedica a buscar nuevos famosos. Las cámaras van repasando a todo el público y los espectadores fictícios votan vía sms quien será el nuevo famoso. Durante la emisión hacen particpar al público preguntándole por qué motivo querría ser conocido y a quien le gustaría parecerse. Algunos dijeron como la Preysler, otros como la Bermudez, otro como Jose Luis Perales (este tenía pinta de raro). Si me hubieran preguntado a mi, quizá habría dicho como Madonna, por la pasta supongo, pero eso de re-inventarse en cada disco e innovar tanto me parece muy cansino, tanto marketing te debe dejar agotado y quien sabe si una vez metido en su pellejo, las cosas no son tan fáciles y divertidas o los mallots me aprietan demasiado y me provocan rozaduras.
Hoy en día es fácil salir en televisión si te has acostado con alguien o conoces sus miserias, pero ya no pagan tanto como antes, hay mucha competencia y mucho aspirante. Que seas adicta a los calmantes ya no es novedoso, Carmina superó a todo el que quiera vender esa historia. Que seas lesbiana tiene poco interés, las folclóricas se han hecho las reinas de ese tema. Que tu marido haga desfalcos y trapichee en ayuntamientos no tiene nada de novedoso, ahora saldrán a patadas.Lo de ser una travesti resucitada ya lo tiene ocupado La Veneno. Hay mucha oferta y la demanda está más que cubierta.
Puestos a pensar en el tema, yo también podía haber salido en la tele, por haber estado en casa de un famosete del medio y por lo que hice una vez allí, pero como ya digo, eso a día de hoy está poco cotizado. Tendría que inventarme una relación, un despecho, una traición y algún escándalo de drogas, pero ni con esas, mi famosete ya no esta tan de moda y lo que hicimos juntos fue muy ridículo, aunque al menos nos reiríamos todos un rato.
El caso es que un día de estos futuras generaciones podrán estudiar una licenciatura en famoseo, optarán a unas oposiciones y estarán comprometidos a ofrecer suculentos cotilleos, participar como tertulianos en varios programas, meterse en el reality show más patético de la temporada y buscar a la hija desaparecida de Albano.