Tranquilo, ya se ocupará otro
Parece ser que los seres humanos reaccionamos ante el peligro en función de la cantidad de testigos que haya de un hecho en concreto. Por ejemplo, si somos pocos los presentes en un acto delictivo, la capacidad de reacción aumenta y en pocos segundos alguien está llamando a la policía o bien interviniendo directamente. A medida que crece el número de personas, el tiempo de reacción también aumenta y nos sentimos más confusos, bloqueados. Podría decirse que delegamos en otro, pensando en que alguien de mente nás ágil ya habrá tomado medidas.
Como ya comenté hace días, el tren en el que viajo de regreso a casa suele ser atacado con piedras por algunos gamberros. Por suerte los cristales son duros y tan solo llegan a quebrarse pero no a romperse en añicos. Durante estos días he observado que cuando somos muchos los que ocupamos el vagón, la primera reacción que tenemos es la de mirarnos los unos a los otros, buscando la explicación a ese golpe seco. Poco después surgen conversaciones espontáneas que critican la poca vergüenza de estas pandillas de gamberros juveniles, la mala educación que tienen los jóvenes de hoy en día y que terminaremos todos llevando una pistola encima como en los EE.UU. Al margen de estas quejas, nadie hace nada más, nadie advierte al personal de cabina, una vez pasado el peligro el resto de los pasajeros calla o fija la vista en cualquier punto como si nada hubiera sucedido.
6 Comments:
Interesante!!!
TODO ES UNA AUTENTICA PATRAÑA
ARAÑA
GLORIA FUERTES
lo de las armas seuna muy extremista, pero quien sabe si en un futuro... quien sabe. espero que no, por que sería un relajo en la aduana registrar una pistola, cuando se me ocurra visistar España.
Hace un tiempo me ocurrio algo curioso. El tren me salia a las 13,00 y bueno, por motivos que no vienen al caso, al final fui pillado de tiempo. Cuando llego a Sants salgo corriendo del vagón una señora por detras empieza a gritar: "!Al ladrón!" Un grupo de tios me paran y llaman a un par de guardias jurados. Yo claro, mirando el reloj porque el tren me salia en 20 minutos. Me empiezan a hacer preguntas y al final la señora le salta a los "gorilas": "es que como iba corriendo, pensaba que era un chorizo".
Asi es la vida, jajaja.
Un saludo
Es curioso cómo somos capaces de reaccionar. La parálisis ante la acción es una forma de reacción que muchas veces somos capaces de asumir.
Un ejemplo: una vez fui cacheteada por un ex-novio, a la vuelta de mi casa. Pasaron frente a nosotros algunas personas a las que les pedí ayuda. NADIE hizo nada a pesar de mi súplica. Jamás olvidaré la soledad ("social") a la que me enfrenté esa noche.
Así va el mundo, mirando a otro lado.
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