Existe un fármaco destinado a controlar la tensión arterial del que se han descubierto unas sorprendentes propiedades. Según un equipo de investigadores americanos (como no?), el principio activo de este medicamento puede ser utilzado también para borrar los malos recuerdos de una persona. Sí, habeis leído bien, el tratamiento en cuestión consigue que a base de pastillas, aquellas situaciones o experiencias nefastas que todos hemos pasado alguna vez en la vida desaparezcan de nuestras mentes de un plumazo.
En primer lugar me asombra que unas simples píldoras puedan llegar a diferenciar lo que son malos y buenos recuerdos. Me parece sacado de una película de ciencia ficción al más puro Spielberg.
En segundo lugar soy más partidario de superar esas malas experiencias y asumirlas como tal, que de eliminarlas de nuestro cerebro como si nada y a base de pastillas. Me pregunto además durante cuánto tiempo debe uno seguir el tratamiento o si va en función de la magnitud de ese mal recuerdo.
En tercer lugar, si perdemos esas experiencias, qué nos queda de nosotros? También perdemos lo que aprendimos de ellas.
Y por último, el hecho de que no recuerdes nada, no significa que los demás tampoco, o es que el tratamiento incluye a todos los amigos y familiares que compartieron tu dolor?
Seguramente esto no será como ir a la farmacia y decir: "Señorita, deseo una de esas pastillas para eliminar de mi mente el mal trago que pasé cuando me operaron de fimosis". Pero la sola idea de que pudiera hacerse así produce escalofríos.
Otros científicos ya han adevertido del mal uso que podría hacerse de este tratamiento y sus defensores alegan que podría ser una solución a los traumas que muchos niños pasan cuando han vivido experiencias negativas a causa de guerras o conflictos en sus paises.

Y vosotros? qué malos recuerdos borrariais de vuestro pasado?

Tranquilo, ya se ocupará otro

Parece ser que los seres humanos reaccionamos ante el peligro en función de la cantidad de testigos que haya de un hecho en concreto. Por ejemplo, si somos pocos los presentes en un acto delictivo, la capacidad de reacción aumenta y en pocos segundos alguien está llamando a la policía o bien interviniendo directamente. A medida que crece el número de personas, el tiempo de reacción también aumenta y nos sentimos más confusos, bloqueados. Podría decirse que delegamos en otro, pensando en que alguien de mente nás ágil ya habrá tomado medidas.
Como ya comenté hace días, el tren en el que viajo de regreso a casa suele ser atacado con piedras por algunos gamberros. Por suerte los cristales son duros y tan solo llegan a quebrarse pero no a romperse en añicos. Durante estos días he observado que cuando somos muchos los que ocupamos el vagón, la primera reacción que tenemos es la de mirarnos los unos a los otros, buscando la explicación a ese golpe seco. Poco después surgen conversaciones espontáneas que critican la poca vergüenza de estas pandillas de gamberros juveniles, la mala educación que tienen los jóvenes de hoy en día y que terminaremos todos llevando una pistola encima como en los EE.UU. Al margen de estas quejas, nadie hace nada más, nadie advierte al personal de cabina, una vez pasado el peligro el resto de los pasajeros calla o fija la vista en cualquier punto como si nada hubiera sucedido.

Me quedan once días laborales para disfrutar de mis vacaciones.
88 horas
5280 minutos, si descontamos los minutos que tengo de descanso la cosa queda en unos 5060.
303600 segundos, de los cuales ya puedo ir restando los que estoy utilizando para escribir este blog desde el trabajo.

Un contador imaginario se ha instalado en mi mente y me temo que aunque al principio produzca cierto placer observar como disminuye y como la cifra va bajando, sé que días más tarde lo consultaré a todas horas, aumentándome el agobio.

En definitiva, lo que quiero decir, es que a medida que se acercan los días festivos, uno se las ingenia como puede para contar de todas las maneras posibles el tiempo, ir restándolo y que aparente pasar más veloz. Lo que interesa es el número que restas y a mayor cantidad, más optimismo se siente.
En un mismo día pasas por diferentes estados de ánimo que te hacen ver el futuro con cierto optimismo con frases alentadoras como: "venga que esto ya está chupao" o "estamos en julio así que tampoco te vas a matar a trabajar" o "ni te vas a enterar y ya estarás en el avión".
Minutos más tarde todo te parece todavía muy lejano, piensas en la de cosas que tienes que dejar listas antes de marcharte, en toda esa faena acumulada, te arrepientes de haber elegido determinadas fechas, crees que te están timando con el convenio y las normas de la empresa y miras con rabiosa envidia a los que ya están disfrutando de sus días.

Leo en un periódico consejos de un psicólogo para afrontar mejor el stress pst-vacacional, ya???

Ser o no ser

Esta tarde voy con mi amiga Elena a ver Hamlet. De no ser porque actua Marisa Paredes creo que habría podido sobrevivir perfectamente sin ver esta obra. De hecho, Shakespeare nunca ha sido uno de mis autores predilectos, por mucho que lo he intentado siempre termino poniéndome nervioso (a mi las cosas que no me gustan o me aburren, me atacan los nervios).
Para los adictos a los clásicos, ésta puede ser una uténtica ofensa, en ocasiones no entiendo este respeto casi eligioso hacia determinados autores. Parece que si no adoras a Mozart, Shakespeare o Kubrick (por poner tres ejemplos) eres un paleto del copón.
Yo soy de la opinión que si algo no te gusta, no te gusta y no hay que darle más vueltas, ni pretender aparentar ser super-cool o mega culto por ir a determinados eventos, leer a ciertos autores, se fan de directores malditos y escuchar las más selectas óperas.

Detesto a Joaquín Sabina.
No puedo con Woody Allen.
Me dan pereza los Beatles.
No le veo la gracia a Pacino.
Me aburre Hitchkock.
Los Rolling podrían tramitar su jubilación.
Me duermo con Lluis Llach.
No he leído a Tolstoi en mi vida.
La Traviata me da dolor de cabeza.


Y qué?? soy feliz.

VACACIONES

Primero fue Irlanda, el campo, los acantilados, Dublín y el hecho de que mi cuñado vive allí y nos podía alojar unos días hacían que ese fuera el destino perfecto para nuestras vacaciones.
Comenzamos a mirar vuelos con el tiempo demasiado justo e incluso las compañías low cost han subido los precios de forma considerable.
Por mi cuenta estuve consultando otros destinos como Madeira o Malta, aunque soy muy consciente de que el Sr García no es muy amante del sol y las playas. A decir verdad, yo tampoco lo soy, pero en esos días estaba pasando por una pequeña crisis de stress y mis únicas aspiraciones para este agosto eran las de dormir, comer y tomar el sol.
Finalmente parece ser que Viena es la opción que ha obtenido más puntos, el viaje será corto, pero suficiente para ver la ciudad e incluso alrededores.
Durante estos días, muchos de mis amigos están planeando sus vacaciones o ya disfrutándolas. Hay destinos para todos los gustos, aunque en los últimos años detecto una tendencia hacia paises lejanos, exóticos y desconocidos. China, Vietnam, la India, Taiwan, Las Azores, La Capadocia, Senegal etc parecen ganar adeptos, las agencias de viajes han encontrado un nuevo filón en paises que solo conocemos por televisión. Lejos quedan Torremolinos, Alicante, La Manga del Mar Menor, la casa del pueblo, los viajes en coche cargados de maletas... Los hay que todavía optan por el turismo rural por aquello de alternativo y tradicional o los que siguen soñando con un hotel en el Caribe en el que te lo dan todo hecho, pero está claro que el español cada vez quiere viajar más lejos y vivir más aventuras.
De toddas formas no deja de ser curioso ver como algunos de mis amigos "rivalicen" por quien se va más lejos o quien va a pasar sus vacaciones en el pais más remoto. Me temo que las sesiones fotográficas de septiembre serán largas y tremendamente aburridas, pero ese es un tema del que ya hablaremos en septiembre.

Cada lunes en el polígono industrial donde trabajo se realizan las pruebas prácticas del exámen de conducir. Los futuros aspirantes rondan nerviosos por la zona a la espera de que les llegue el turno, fuman (no todos tabaco) , hablan de experiencias pasadas, casos insólitos, trucos etc. Se respira una tensión contagiosa que me hace recordar los vuelcos que me daba el estómago cada vez que tenía que subirme al coche. Muchos de ellos terminarán su viaje con un suspenso o un aprobado, el resultado siempre llega al final, aunque uno, puede llegar a intuirlo por la cara de su examinador o la cantidad de anotaciones que realiza durante los eternos minutos que dura la prueba.

Yo me saqué el carnet a la tercera, que viendo como está el panorama actualmente no está nada mal.
Durante los meses de prácticas y cuando sólo llevaba cinco horas realizadas tuve un accidente del que no fui culpable en absoluto, pero que te condena a ojos de los demás haciendo que lo primero que piensen al verte sea: "A éste no le dejes el coche ni borracho".
En mi primer exámen un caminón de chorizos Revilla me ocultó un Stop y con los nervios no me fijé en la señalización del suelo, así que como mucho pensé que allí habría un ceda el paso.
En mi segunda prueba, a pesar de haber realizado una conducción perfecta fallé en el estacionamiento, precisamente lo que solía llevar mejor preparado.
Finalmente en mi tercera oportunidad aprobé y no sé ni cómo, bueno, creo que el hecho de que mi examinador se hubiera tomado un par de cervezas y un coñac antes de subir al coche, ayudó a que ciertos errores pasaran desapercibidos.
En contadas ocasiones he vuelto a conducir, no he tenido la necesidad de hacerlo y comprarme un coche siempre me ha parecido una inversión muy alta que prefiero dedicar a otras cosas.

En estas semanas mi carnet caduca y he pensado seriamente no renovarlo, si no lo he usado en estos diez años, quien me asegura que lo necesitaré en los próximos diez??.

Que Dios bendiga a Ibiza

Sería posible que durante la visita del Papa a Valencia, éste visitara las discotecas más famosas de la ciudad?? Por el reportaje que vi en televisión ayer, yo no lo descartaría del todo.


Anoche pude ver un documental en el que un grupo de 15 o 20 jóvenes ingleses viajan a Ibiza para iniciar su particular misión.
Recorren las discotecas, chill outs y playas más famosas de la isla, bajo el ritmo de la música más vanguardista en pleno trance, rezan y ruegan a Dios para que cuide de los asistientes, que los proteja ante el abuso de drogas, que impida peleas, que reine el amor (sin sexo) por todos los rincones y de paso, que alguno de los asistentes se hagan adeptos a su movimiento.
Es posible que paseando por la calle te los encuentres y te propongan rezar en ese mismo instante por algun familiar o amigo que esté en problemas. Si no dispones de tiempo, no pasa nada, ellos anotan en una libreta el nombre del interesado y su petición, horas más tarde junto al resto de los miembros rezarán por ti.

Uno de sus objetivos es conseguir actuar en alguna discoteca, donde puedan predicar su mensaje derrotando al demonio y consiguiendo más fieles en su misión, para ello algunos dicen ser disc-jockeys muy experimentados, dispuestos a animar las noches de la isla. Después de varios intentos logran que el responsable de un bar de cierta reputación los contrate. Todo va bien hasta que, entre sus canciones comienzan a colar mensajes religiosos con el mismísimo Espíritu Santo como protagonista, inmediatamente después son despedidos.
Al final de su estancia en la isla deciden organizar una fiesta con la que esperan captar muchos adeptos, alquilan un local y antes de marchar rezan de nuevo para conseguir ganar su batalla espiritual.Durante el viaje muchas cosas les han salido mal y ellos lo interpretan de forma positiva, creen estar en el buen camino y sus desgracias son provocadas por Satanás, que sabe de lo que son capaces estos chicos e intenta frenarlos a toda costa. A su regreso comprueban que han entrado a robar en su casa, esto es obra de los discípulos del demonio, sin duda alguna, afirman todos. Si han entrado a robar es porque no le han pedido a Dios que proteja su hogar, así que el demono ha tenido vía libre para dejarlos en paños menores.
En fin, si este fin de semana decidís recorrer todas las discotecas valencianas, no temais, es posible que el Papa esté por allí rezando por vosotros en pleno trance discotequero. Nada os puede salir mal, él pedirá a Dios que no os den garrafón en las copas, que ninguna de las pastillas que tomeis esté adulterada y que nadie os pegue una paliza con cualquier excusa. Eso sí, no os olvideis de inlcuir en las oraciones vuestra casa, no os vaya a pasar como a este pobre grupo de aneglitos discotequeros.

STOP!!

Para muchos resulta irresistible saltarse algunas de las prohibiciones con las que nos topamos a diario. Solo necesitamos ver un cartel que indique "NO TOCAR" para que sintamos una irresistible atracción hacia ese objeto, alarguemos la mano y con la punta de un dedo saciemos esa especie de gusanillo desobediente.
Quién de nosotros no ha sentido ese deseo por pisar o dejar su huella ante un suelo de cemento fresco? Quien no ha traspasado un césped sintiendo una mezcla de culpa y satisfacción? Quien a pesar de indicar que está "recién pintado" no ha metido el dedo para comprobarlo?

Anoche en el andén, una locución advertía del paso de un tren sin parada por lo que recomendaban que no nos acercáramos a las vías. Un viajero desobedeció a la chica de la megafonía (que un día de estos saldrá de sus altavoces para liarse a palos con el primero que pase, harta de que no la hagan caso) y cruzó la vía para situarse en el otro andén. A menos de 100 metros el tren seguía en marcha a una tremenda velocidad, la locución seguía repitiéndose, el sujeto se libró por segundos de un atropello en toda regla. Momentos después el personal de seguridad advirtió al individuo de su mala acción a lo que éste contestó: "Si no quereis que la gente cruce las vías, podriaís poner vallas".


Y yo me pregunto, necesitamos de una valla para saber que si cruzamos la vía con un tren acercándose a toda velocidad podemos perder la vida?. Es cierto que muchas instalaciones necesitan mejores medidas de seguridad ante posibles accidentes pero además de los avisos es necesario que limiten y conduzcan nuestros pasos? Quizá este señor pensaba que en el último momento y si no le daba tiempo el tren iba a frenar en seco? Y si fuera técnicamente posible frenar...lo ha de hacer por semejante inconsciente?.

No tenía pensado actualizar hoy, quizá habría escrito algo esta noche, cuando me siento un poco más inspirado o tranquilo pero el accidente de Valencia me ha hecho cambiar de opinión.
Como muchos ya sabreis este mediodía la línea 1 del metro de Valencia ha sufrido un grave accidente en el que dicen, han fallecido 34 personas, posiblemente más.
Muchos de mis amigos y familiares residen allí. En casos como éste es inevitable pensar que quizá haya alguien cercano afectado.
Llamas por teléfono, envías algún que otro sms y en algunos casos, la respuesta, la confirmación de que ellos están bien tarda en llegar. Piensas que es lógico, que a esas horas están todavía trabajando y es posible que ni siquiera se hayan enterado del suceso, cualquier justificación basta para reducir el pesimismo. Por fin, contestan, están bien, todos están bien, incluso recibes noticias de personas menos allegadas que también están a salvo. Te alegras y respiras más hondo de lo que lo has hecho en las últimas horas. Esta noche dormirás tranquilo, tu entorno más inmediato también, tu mundo sigue igual que esta mañana, que ayer sin que nada haya alterado tu ritmo de vida.
El tramo de estaciones afectado es bastante céntrico por lo que muchos a estas horas se sentirán afortunados de no estar allí, de pensar que en otras ocasiones han realizado el mismo trayecto, de haber decidido no coger el metro esta mañana.
Pero.....no puedes evitar pensar en los que están al otro lado, los que sí han perdido a alguien, los que todavía no saben nada de algún familiar o amigo, los que tienen a alguien herido y viven la angustia de las primeras horas.
En las noticias dicen que un equipo de psicólogos están atendiendo a víctimas y familiares. Siempre me he preguntado qué les deben decir porque yo, por mucho que piense no encuentro ningún argumento, ninguna palabra mágica que alivie el dolor. Seguramente el consuelo no sea el objetivo principal, seguramente se trata de controlar y canalizar emociones, de poner orden en la confusión, de asumir los hechos....pero, cómo? Existen palabras para eso?
Piensas en la fragilidad del ser humano, en cómo unos segundos, unos minutos, un paso de más o de menos puede condicionar nuestro destino, dar un giro que quizá ya estaba escrito, pero del que nadie podía saber nada.
De seguir en esa línea, el miedo y la tristeza se apoderarán de tu mente y no te lo puedes permitir. La vida tiene cosas maravillosas, que son igualmente imprevisibles y por las que debemos continuar.